Yo nací en la era de los "Procesadores de textos" por lo que no tuve oportunidad de conocer lo que era componer tipográficamente hasta que descubrí UNIX y Troff hace cinco años. Aunque suene poco creíble, quedé encantado con la nueva forma de escribir usando marcas[1] y sin tener que preocuparme por el aspecto de mis documentos pero sí por el contenido y la estructura, lo cual debería ser el principal objetivo de todos los autores. Más adelante descubrí Ispell y el resto de la filosofía Unix al integrar muchas y pequeñas piezas que realmente, todas juntas, funcionan perfectamente.
Quizá, como programador, esto sea natural para mi. Me agradó el hecho de poder escribir (y mantener!) mis documentos de la misma manera en que escribo mis programas. De todos modos no quiero aburrir al lector con mis experiencias frente a una computadora por lo que, para hacer corta esta historia, un día descubrí una vieja tradición en computación llamada SGML[2], y no pude creer que las computadoras se volvieran WYSIWYG en vez de volverse WYSIWYM (un concepto extraído de la página de LyX).
He sufrido mucho y en primera persona el calvario de usar Microsoft Word™ para trabajar con documentos y manuales, en realidad no muy largos. A continuación listo algunas de mis experiencias:
Los formatos de documentos son difíciles de integrar. Integrar el trabajo de varias personas casi siempre se convierte en una pesadilla de reformateo, terminando siempre con una docena de estilos diferentes que son difíciles de limpiar. Dar formato nuevo a un documento Ms-Word es una larga, manual y tediosa tarea.
El número de estilos crece fuera de control y no hay manera de poner en vigor un formato. Un usuario principiante terminará con una docena de formatos distintos o simplemente los ignorará a todos. Por ejemplo, un novato en Ms-Word (o cualquier otro programa WYSIWYG) probablemente lo que hará es simplemente cambiar la fuente y el tamaño a mano, en lugar de usar los encabezados y estilos apropiados.
En el caso de que las compañías deseen crear plantillas de documentos estándar, las mismas se impondrán muy poco y probablemente sean todas violadas o mal usadas. Es muy difícil organizar un estándar para la documentación a nivel de una corporación y probablemente las compañías terminen con una docena de diferentes "estándares" en todos los departamentos. Por ejemplo, los logotipos y otros tipos de gráficos de una corporación tienden a mutar con el tiempo en muchos tipos de formas, proporciones y tamaños. Al final, cada usuario termina con lo que él cree que es el estándar de la compañía y, antes de que alguien se de cuenta, nadie sabrá cuál es realmente el logo oficial.
Al trabajar con documentos de cierto tamaño, el programa tiende a volverse muy inestable, especialmente si trabajamos con imágenes u otros objetos. Un error típico de Ms-Word es la misteriosa X que por alguna razón que nadie conoce reemplaza todos nuestros gráficos. Ante este error el documento es irrecuperable y se deberá reemplazar cada gráfico a mano.
El formato de un documento Ms-Word es binario, por lo que es básicamente inútil tratar de extraer la información dentro de ellos. Si las universidades solicitaran trabajos como tesis en estos formatos (y créanme que las universidades de aquí piden formato Ms-Word), estos serán tan útiles como papeles y desfavorecerán la creación de bases de datos de información. Por otro lado, si las universidades fueran inteligentes, pedirían los trabajos en formato SGML para así, más adelante poder crear bases de datos de conocimiento para que otros estudiantes puedan consultarlas eficientemente.
El formato binario .doc parece expandirse en tamaño fuera de control cuanto más lo usemos. Solía haber una opción para compactar estos documentos pero, al parecer, ha desaparecido en las nuevas versiones de MS-Word. Esto es un real desperdicio de los recursos de una compañía dado que un usuario común desconoce esta característica: la única manera de resolver este problema es crear un nuevo documento doc y copiar y pegar todo el contenido del viejo documento en el nuevo.
Los servidores de las corporaciones que usan estos formatos se alborotan y desorganizan fácilmente. Encontrar algo que usar se vuelve parecido a buscar piezas esparcidas en un campo de chatarra: se gastan horas abriendo documentos aquí y allá hasta que por fin se encuentra algo de valor.
La reutilización de documentos es algo difícil de llevar a cabo y mantener. Por ejemplo, las presentaciones estándar de una compañía o capítulos estándar son algo muy difícil de integrar en un documento ya empezado, por lo que estas plantillas tienden a ser copiadas y modificadas por toda la compañía.
Si el archivo binario se corrompe (lo cual sucede muy frecuentemente), no hay manera de salvar nuestra información, la cual está embebida en un formato propietario[3]
La información podrá ser exportada en varios tipos de formato, pero siempre utilizando herramientas propietarias para tal tarea. No se recomienda exportar a otros tipos de formato dado que, además de la pérdida de datos que esto supone, no será una tarea trivial. Si trabajamos con MS Word y distribuimos nuestros archivos, estamos obligando a estas personas a utilizar software propietario tanto para leer como para convertir nuestros documentos a otros formatos.
De cualquier forma, podría seguir escribiendo páginas de todos los problemas que herramientas del tipo Lo Que Ves Es Lo Que Obtienes (WYSIWYG) han causado a compañías y a la gente durante años. Personalmente, tuve la experiencia de tener una secretaria que se tomaba una hora o más para escribir una simple carta (mientras buscaba el logo correcto, chequeaba virus, imprimía y tenía problemas con la red, etc), una tarea que hace diez años se realizaba en tres minutos en una máquina de escribir común que no usaba electricidad. He visto estudiantes que derrochan varios días en tratar de integrar las diferentes partes de un trabajo y a veces pierden meses de tiempo debido a la corrupción de sus documentos o por virus en los mismos. En cuanto a mí, he perdido días y semanas de trabajo en la edición de manuales largos o especificaciones de algún sistema y estoy seguro que cualquier lector al leer estas líneas se acuerda de algún caso parecido que le ha tocado vivir personalmente.
En conclusión, las herramientas para "procesamiento de textos" del tipo WYSIWYG son excelentes para trabajos pequeños de oficina o para uso simple personal. En algunos aspectos no se les puede negar su poder y pueden encargarse de trabajos de peso mediano sin problemas. No fueron hechas para la edición profesional a gran escala y definitivamente no son recomendables para uso a nivel corporativo, en el mismo sentido en que las hojas de cálculo nunca fueron diseñadas para almacenar gran cantidad de datos de alguna corporación, una mala costumbre muy común en las empresas modernas.
Aunque las herramientas WYSIWYG son relativamente fáciles de usar por un principiante, cuando queremos implementar su uso en forma profesional la curva de entrenamiento se hace cada vez más inclinada y los estándares no pueden ser puestos en práctica con dichas herramientas.
Cualquiera que haya tenido que darles un uso serio a estas herramientas estará de acuerdo con que hay algo mal en ellas y que de seguro debe existir una forma alternativa de realizar el trabajo ¿ Alguien no está de acuerdo con que crear la Enciclopedia Británica es prácticamente imposible con herramientas como MS Word o Adobe Page-Maker ? Cuando uno mira hacia atrás en la historia de las computadoras se da cuenta de que esas alternativas siempre estuvieron disponibles, pero por alguna razón nunca fueron populares entre los usuarios mortales de computadoras[4]
[1] | traducción de "tags" al español. |
[2] | |
[3] | No olvidemos otro problema bastante grave de los formatos binarios como .doc, especialmente grave en nuestros días de correo electrónico. Un archivo binario puede traer embebidas en su código algunas sentencias que pueden ser ejecutadas sin que el usuario se dé cuenta. Esto puede ser utilizado con malas intenciones (especialmente en los sistemas operativos Windows): hay testimonios de contaminación de virus informáticos a través de archivos binarios como los de Office. Actualmente, los antivirus traen opciones para verificar esta clase de documentos antes de abrirlos. Nota del Traductor. |
[4] | creo que dicha razón toma en este caso el nombre de publicidad. Nota del Traductor-Comentarista ;-) |