Para una gestión correcta e inteligente del uso de la caché, es necesario tener en cuenta con mucha claridad, qué objetos deben ser cacheados. Por ejemplo, es totalmente inapropiado cachear los números de tarjetas de crédito, los resultados de un script ejecutado remotamente, sitios que cambian frecuentemente e incluso sitios que no desean ser cacheados.
Los scripts ejecutables cgi-bin normalmente no son almacenados en la caché, como tampoco lo son las páginas que indican en sus cabeceras periodos de caducidad, Así que es posible especificar con reglas extra qué se debe, qué no se debe cachear, y por cuánto tiempo.
Si queremos determinar la utilidad y rendimiento de la caché, debemos tener en cuenta que con una cache pequeña (un par de gigas) se obtienen unos resultados altos (cercanos al 25%). Pero doblando el espacio en disco, no necesariamente se dobla este porcentaje, pueto que se intenta capturar unas peticiones, que con frecuencia son poco utilizadas. Una caché grande (por encima de 20 Gb) probablemente no llegará al 50%, a no ser que las páginas se mantengan durante mucho tiempo.