En principio, la red GSM dota de una cierta seguridad a sus comunicaciones e identifica a los terminales móviles mediante un número, de manera que para la mayoría de las aplicaciones resultan suficientes las garantías que la red provee.
Sin embargo, en ocasiones, esta seguridad requiere ser reforzada con sistemas de autentificación que obliguen al usuario a teclear una clave cada vez que vaya a utilizar el servicio, y que esta clave no viaje por la linea de transmisión "en texto claro", siempre considerando que la red GSM no envía los datos directamente así, aunque, a efectos prácticos, al ser relativamente sencillo decodificar esta señal, podemos considerarlo insuficiente.
Los SIM Toolkits permiten insertar una aplicación en la tarjeta SIM, que puede llegar a ser relativamente compleja, capaz de cifrar los datos que vayamos a enviar, actuando como un filtro de nuestro mensaje. En la parte servidora se requiere entonces también un filtro para descifrar en el instante de la recepción, así como para cifrar en el siguiente envío al número del remitente. No todos los teléfonos móviles pueden utilizar aplicaciones incluidas en la tarjeta SIM.
En todo caso, la solucion definitiva en cuanto a seguridad para garantizar confidencialidad absoluta, identificación del origen y destino de la comunicación, y no repudio de la actuación, puede no estar lo suficientemente madura para sistemas como el comercio electrónico o los sistemas de pago mediante el móvil.
En cuanto a la tolerancia a fallos debido a la caída de los sistemas donde se alojan los servicios, en ocasiones basta con replicar el servicio entre varios equipos en diferentes redes IP y con diferentes células GSM, de manera que los clientes (IP o GSM) envien los mensajes a uno de varios equipos, que se encargará de su entrega y procesado.
Algunas pasarelas ya incluyen y tienen en cuenta esta funcionalidad de tolerancia a fallos, mientras que otras mantienen un "punto crítico" que puede hacer que no resulten excesivamente tolerantes.