Los problemas mencionados arriba pueden resolverse con el uso de formatos digitales para grabar, copiar, guardar y distribuir datos, con alta calidad y mayor comodidad de manipulación de los mismos por parte del investigador. Las ventajas principales son:
Podemos adelantar y retroceder tantas veces como queramos el sonido para escucharlo cuantas veces queramos, sin el riesgo de dañar el medio.
Al contrario de las cintas magnéticas que pueden romperse durante ese procedimiento, los datos digitales pueden adelantarse y retrocederse sin problemas. Los datos digitales no pierden calidad por este proceso.
Los datos digitales se degradan muy poco con el tiempo.
Los datos digitales prácticamente no se dañan con el tiempo. La vida de una cinta DAT, o de un CD-ROM bien cuidados son mas largas que la de una cinta. Además, como las copias recuperan la calidad del original, sacando copias nuevas cada 2 o 3 años y reemplazándolas por los originales aseguraremos preservar los datos tanto tiempo como queramos.
Existen medios digitales que se resisten a la humedad y a los campos magnéticos fuertes.
La tecnología digital ha estado desarrollando mucho en este últimos seis años y, hoy, nosotros podemos encontrar en el mercado formatos bastantes resistentes, como es el caso de los CD-ROM industriales. Con esos formatos, los datos en ellos almacenados no pierden. Los CDs grabables son mucho más delicados, y no resisten la humedad -aunque la resistan mejor que las cintas de audio-, pero si los campos magnéticos fuertes.
En espacios pequeños podemos tener grandes cantidades de grabaciones de hablantes.
En el mundo moderno, la falta de espacio es un problema que nos afecta directamente, sobre todo cuando estamos hablado varias horas de horas de grabaciones para cada hablante, con cientos de hablantes. En un solo CD-ROM, en formato mono -suficiente para un hablante, ya que nos interesa la calidad del sonido, no el estereo- podemos ahorrar el espacio físico de aproximadamente 12 o más cintas cassettes de 60 minutos, dependiendo de tipo de grabación seleccionada.
Y el más importante: la copia tiene la misma calidad que el original.
Al contrario de las cintas magnéticas, los datos digitales no pierden su calidad cuando se copian. La calidad se queda así como en el original y, haciéndo copias de seguridad de los datos guardados, estamos seguros que los datos nunca se perderán. Este procedimiento es más simple y mucho más barato económicamente que las limpiezas tradicionales de las cintas cassettes para quitar humedad.
El hecho de que el formato digital sea libre es fundamental si pensamos dentro de una década, o un siglo, cuando no queden hablantes vivos del dialecto estudiado, o sea necesario hacer un estudio diacrónico -estudio de la evolución temporal de un dialecto-. El formato debe ser abierto, para que en el futuro los datos sean legibles por los investigadores, y libres, para que no sea delito construir un reproductor de dichos formatos.